Sobre su obra cuentística

Refiriéndose a Manuscritos del muerto.

…escaparme un par de horas el otro día a tomar el sol y leerte mientras tanto fue un lujo, un lujo de verdad porque los cuentos me fascinaron tanto que no nadé nada. Uno realmente sufre con tus personajes, por ejemplo el protagonista de «Las castañas al fuego.» Pero de todos, el penúltimo, «La nostalgia es un tango de Gardel» me dejo totalmente anonadada. Ese cuento es una joya. Me tocaste en el fondo con esa historia. Que don de la palabra tienes…

Rhonda Buchanan, profesora de español,
Universidad de Louisville, Estados Unidos


Recibí tu libro, que agradezco. Ya lo leí y me pareció excelente. «La nostalgia es un tango de Gardel», el mejor texto que leí sobre el destierro cubano, y conste que llevo leídos varios. «Laura» también me conmovió especialmente. Eso por mencionar un par de títulos, pues en verdad toda la serie es pareja.

José Gabriel Ceballos, poeta y narrador argentino


Las nostalgias y la ironía, el hombre enfrentado a su propia miseria y a las vueltas inesperadas del destino o la suerte, signan el aire veces duro, a veces poético y siempre realista de los Manuscritos… Su lectura obliga a identificarnos con ellos; implica una empatía que rompe la pasividad del lector, lo obliga a convertirse en fisgón y partícipe involuntario y seguir la exhalación de las narraciones, forzado a aventurarse más allá del punto final, urdiéndole un futuro a ese juego de marionetas al que todos estamos sentenciados. Y es este mensaje el que nos trasmite el autor a la postre: el acto de vivir está ya controlado por la casualidad y la predestinación, poderes que escapan de nuestras manos para gobernarnos a su antojo.

Presentacion del libro, Ciudad de la Habana, 2000.
Susana Haug, poeta y narradora cubana


«Manuscritos del muerto: desde su epígrafe y las luminosas dedicatorias que abren este libro se insinúan los méritos del mismo. He notado, entre tantas virtudes que reúnen tus textos, que mostrás originalidad y sugerencia a partir de sus títulos. Manuscritos del muerto: ¡vaya enunciado que sorprende! Su escritura es excelente, los coloquialismos, justos y oportunos, mientras vas creando suspensos con excelente equilibrio. Tus diálogos (o mejor, los diálogos de los personajes): breves, expresivos, llenos de fuerza, con una verosimilitud que se impone desde la aparente simpleza del discurso. La desnudez de tu prosa presenta ramalazos de ternura que conmueven, sin caer en lo trivial ni almibarado. Nada de eso. Las imágenes, las comparaciones, con ese sello tuyo, tan tuyo, de un «realismo» tan particular (nada pacatista). Lográs efectos y detalles muy eficaces, semblanzas agudas.»

Editora Revista Francachela, Buenos Aires, 24 de julio del 2001.
Norma Martin, escritora argentina y profesora de la UCA