Sobre su obra testimonial

Los recursos empleados por este narrador devenido en escritor de testimonios nacen precisamente ahí, de una mirada fabuladora hacia el hecho testimonial, lo que hace que sus testimonios se lean como narrativa de ficción, aún cuando el lector conozca que lo narrado es absolutamente cierto. El crudo humanismo, la visión de la realidad desde el ser humano como centro y eje de la historia, la utilización de técnicas del periodismo literario entremezcladas con técnicas exclusivas del género cuento dan a sus historias un alcance mayor, además de la fuerza propia de los temas elegidos, los valores y la calidad literaria que le impregna a toda su obra testimonial el desenfado y el oficio que como escritor ha alcanzado este artista del género.

Revista Literaria ORZOGH, Londres, GB. No.2 Primavera 1999.
Stephan Hazig, periodista y escritor israelí

Sobre Jineteras – Habana Babilonia
Tristeza e impotencia son las únicas palabras que me quedaron cuando terminé de leer tu libro. Tristeza por las culpas que nos tocan en no haber sabido detener tan asqueroso mal; e impotencia por saber que esa realidad de multiplica y complejiza cada día. Excelente pieza del periodismo y el testimonio es tu libro, llamado a convertirse en un clásico cubano en esos géneros. Demuestra lo que ya sabíamos: tu garra como periodista y tu habilidad como narrador. Espero que quienes lo lean descubran que existe esa otra Cuba que propones, y que es una de las Cubas que debemos curar, como se cura una gangrena: arrancándola de raíz.

Jesús Díaz, escritor cubano.


No he podido despegarme de tu libro, Jineteras. Cada noche me tiene ahí, sufriendo el destino de tantas personas víctimas del negocio. Me ha parecido estupenda la relación entre los testimonios y las referencias históricas del problema, la sensibilidad con que se aborda el tema, incluso la objetividad. Y me ha impactado particularmente porque hace años escribí un cuento a propósito del tema: «Tarjetas de Isla Perdida». A decir verdad, cuando viví en Francia me sorprendió mucho el grado de desconocimiento generalizado de la gente respecto de lo que pasa en Cuba, y lo peor: cierta voluntad de esa gente de querer mantenerse en la ignorancia. Entonces llegué a esta conclusión: la subordinación de la realidad a la necesidad de defender una ideología política hace de todos verdaderos cómplices. Tu trabajo pone las cosas en su lugar y lo lleva a pensar a uno en la condición humana, más allá de esas ideologías. Ojalá el libro sirva entonces para lograr el cambio de perspectiva no solo entre los europeos, sino en todo el mundo. Acaso esto lleve, a su vez, a cambios en Cuba.

Gustavo Forero Quintero, escritor colombiano.


Acabo de leer tu magnífico libro sobre la prostitución en Cuba, que se me antoja el mejor inventario de víctimas de la sociedad cubana actual. (…) tu investigación rigurosa me ha dejado dos noches sin dormir (…) me ha conmovido la intraviolencia que recoge cada línea de tu excelente trabajo de campo, pues hasta el lenguaje de esa colección de perdedores que retratas es una violencia terrible para asimilar en las horas en que uno devora las cuartillas.

Carlos Cabrera, escritor y periodista cubano


Es un libro magnífico, desgarrador, bien escrito, de una prosa segura y fuerte, que nos recuerda cosas que no debieran suceder en nuestro país.

Pío Serrano, escritor y periodista cubano


Nunca pensé, Amir, que sería tan difícil intentar escribir una nota sobre tu libro Jineteras (el que alguna vez leí acomodado en el balance rojo de la casa de los míos en La Habana). Lo leí de una sentada, durante todo un día, sin parar. Apenas lo terminé te llamé. Ya no recuerdo lo que te dije. Tal vez (puedo estar construyendo una historia en éste momento que justifique lo que voy a decir más adelante) que me había horrorizado. Y que me había dolido, inmensamente. Hoy terminé de leerlo por segunda vez con un sabor amargo en la boca. Algo pastoso y repugnante. Creo, que en el fondo, era lo que pretendías: golpear duro al lector, no dejarlo respirar, asquearlo, hablarle de frente para que abriera, por fin, los ojos. (…)

El Tiempo, 15 de abril de 2006, Bogotá, Colombia.
Álvaro Castillo Granada, escritor y librero colombiano


En este atrapante libro, el jineterismo es definido, desde el comienzo, como «prostitución llamada con otro nombre». Para todos aquellos que creen o alguna vez creyeron que la revolución socialista cambiaría el mundo, escrutar un fenómeno tan complejo como éste en uno de los últimos bastiones del socialismo es una tarea ardua. No obstante, si un logro con mayúsculas tiene el libro es no tanto personalizar las culpas del jineterismo en la figura de Fidel Castro sino dar cuenta de que ésta es una situación mundial, en la cual la mujer latinoamericana es el primer eslabón de una cadena de víctimas y victimarios (…) Jineteras logra dar cuenta de la ubicuidad y heterogeneidad del fenómeno y de las opiniones incluso entre las protagonistas, así como también de las escalofriantes redes mundiales en las que, a voluntad o no, están implicadas. (…) narra historias de terror que exceden los límites geográficos y de acción de Cuba y donde todo varón parece, de un modo u otro, avalar el uso de alguna mujer como objeto de intercambio o artículo suntuario.

Página 12, Sección Radar/Libros, 1 de octubre de 2006, Argentina.
Leonor Silvestri, poeta argentina


No se trata solamente de contar algunas historias. Esas abundan, la mayoría no muy buenas. Se trata, por sobre todas las cosas, de escribir la historia de la prostitución en Cuba: mostrar como a lo largo del tiempo este mal ha recorrido la isla, desde la llegada de los españoles hasta los últimos tiempos, ante la mirada complaciente o indiferente de todos. Escuchamos las voces de los protagonistas. Nos hablan con un zumbido molesto, que se instala en nuestros oídos y no podemos espantar. Detrás de aquella historia personal, individual, está un país, un proceso, un drama. (…) Es un libro valiente y, lo que es más importante: necesario.

Revista Pie de página, No.8,
Abril de 2006, Bogotá, Colombia.


Este es el gran libro sobre las jineteras, como llaman en Cuba a las mujeres que ejercen el comercio sexual en un país en el que se dice que la prostitución está prohibida, pero donde se aplica la política de hacer la vista gorda. Es fruto de una investigación de casi diez años, en archivos y documentos amarillentos y empolvados, y entre las mismas jineteras, proxenetas, policías corruptos, taxistas, agentes turísticos, dueños de burdeles clandestinos y traficantes de droga.

«Existe un mundo oscuro, sórdido, siniestro, asqueante y sucio en la Cuba nocturna, que se rige por sus propias leyes y que parece rezar un padrenuestro eterno a la memoria del marqués de Sade», dice en la presentación el autor, Amir Valle , destacado escritor cubano de las últimas generaciones.

Sección Libros, Lecturas, 23 de septiembre de 2006, Buenos Aires, Argentina.
Revista de cultura Ñ, Diario Clarín


«Sade nuestro que estás en los cielos ó Prostitutas en Cuba» y Habana Babilonia ó Prostitutas en Cuba son dos títulos para un mismo libro, el del escritor Amir Valle . (…) Resulta que este joven escritor cubano, con un ingenioso ejercicio de periodismo de investigación, y asumiendo el testimonio como la fuente inequívoca para la aprehensión de la realidad, aborda con profundidad la prostitución en Cuba durante los años 90, momento en el cual el desarrollo del país dependía teóricamente de la llamada «industria del ocio». Su Habana Babilonia llega a paralizarnos, o al menos nos deja el lamento por no haberlo leído antes, o el deseo de que ojalá hubiese sido escrito con anterioridad a los propios sucesos que describe.

Revista Les Penelopes, Francia.
Sandra Álvarez, periodista


Valle, an award-winning Cuban writer, essayist, and journalist, chronicles the story of the Cuban sex trade, which developed in tandem with the expansion of the tourism industry in the 1990s. The story is told through the voices of the female prostitutes, pimps, and others that profit from their activities. Interspersed among these narratives is a history of prostitution on the island, known in the early 20th century as the «Brothel of the Americas.» The victimization of these women is evident, especially when living conditions in Cuba worsened after the fall of the Soviet Union. Also obvious is the complete hypocrisy of the Cuban government, which officially holds that the sex trade does not exist. This is adult material that is distressing to read. Also, so much slang is used that a glossary is supplied halfway through the book. Though updates are provided on the fates of some of the women, most of the information is from the 1990s and, therefore, somewhat dated. Recommended for bookstores and libraries specializing in Cuban materials.

Criticas Magazine, Texas, Estados Unidos.
Sonia Merubia, Univ. of Texas, Austin


Nuevamente me conmueven tus historias (…) el verbo se engrandece en tus manos. Pocos estudios he leído sobre una costra moral como la prostitución en este caso, con tal pericia narrativa (…) Enhorabuena por este fascinante estudio. Lástima por tu país que ya acuna un mal del que jamás nadie ha logrado salvarse.

Manuel Vázquez Montalbán, 23 de junio de 2001


Tu libro se abrió camino por su calidad. La historia de la Literatura y de las Ideas, que es nuestro reino, me autoriza a creer que va a llegar muy lejos.

Santiago Gamboa, 15 de febrero de 2006


… no he podido dormirme hasta ahora que terminé de leerlo de un tirón. Al igual que Chaplin, Cantinflas y la muerte de Celia Cruz, me hiciste reír y llorar a la vez (…) Es la más desgarradora y completa historia sobre uno de los grandes traumas que hoy hacen más convulsionante la realidad de nuestra querida isla.

Paquito D’Rivera, escritor y músico cubano