Guardamar… el mar, el cielo azul, las cercanías…
Publicado por Amir Valle | Publicado en Generales | Publicado el 30-08-2016
Razones para viajar
Un amigo alemán que, como todo alemán que se respete, viaja todos los años a vacacionar en Mayorca, me preguntó ayer a qué se debe mi insistencia en viajar ya, durante dos años consecutivos a un pequeño pueblo de la costa mediterránea alicantina llamado Guardamar del Segura.
Si es que la foto que encabeza este post no resulta suficiente como para demostrar la descomunal alegría que nos seduce apenas entramos a Guardamar, podría añadir que allí percibimos muchas resonancias que nos hacen caminar, respirar, reír con el mismo estruendo vital con el que habitábamos esa Cuba que cada vez más se difumina en nuestra memoria, por suerte, sin traumas y, sobre todo, sin resquemores u odios por haber sido lanzados, literal y tácitamente, al destierro, allá en octubre de 2005.
Hay un mar hermoso, unas playas cálidas y amplias, un cielo azul casi perenne, un sol tozudo y castigador, y un espíritu de alegría impresionante entre sus poco más de 15 mil habitantes…, como en Cuba. Y justo es decir que el descubrimiento de tan especial sitio lo debo a mi colega y amigo, el escritor cubano Antonio Álvarez Gil, que un día decidió dejar las frías tierras suecas para asentarse allí, en Guardamar del Segura. «Me siento en casa, hermano. Este es un pedacito de paraíso en la tierra», me escribió el año pasado, sugiriéndome que comprobara yo en carne propia la veracidad de sus palabras. Eso hice y, en verdad, siento a Guardamar como mi segunda casa en Europa, luego de mi querida Berlín.
A modo de respuesta para mi amigo alemán (a quien, por cierto, nunca he preguntado por qué viaja a Mayorca cada año desde hace más de una década) me animo a preguntar abiertamente: ¿cómo se sentiría Usted, amante de la cultura, de la inteligencia humana, de la confraternidad entre las culturas, si llega a una ciudad pequeña donde se respira justo eso: un inmenso respeto por la cultura, un orgullo enorme popular por las tradiciones, un ambiente respetable de tolerancia entre residentes, visitantes, inmigrantes?
Lo que no dice la foto de portada es que en apenas veinte días asistí a dos presentaciones de libros de autores residentes: la rusa-cubana Galina Álvarez, con su excelente primer libro de cuentos Prefiero que me pongan a volar, y la cubana Helena Vilarelle, con Asomada a la vida: curiosidad y aprendizaje, primer volumen de una serie que mucho promete;
que escuchamos un concierto brevísimo pero intenso y de excelencia ofrecido exclusivamente para nosotros por la concertista y actriz África Poulain;
que asistí a la puesta en escena de una selección del trabajo teatral de una de las escuelas-compañías teatrales de la región;
que ofrecí una charla-taller de tres sesiones a un grupo de escritores y aficionados a la literatura de esa ciudad; que participé como uno más en la tradicional Tertulia literaria de Guardamar de cada jueves, fundada y dirigida por los escritores españoles Juan Calderón Matador y Javier Bueno…
Y vale decir que esas son sólo aquellas cosas en las que me vi implicado, pues además de las tradicionales fiestas de Moros y Cristianos en julio, hubo en agosto otras presentaciones de libros, otras puestas en escena como parte de una Muestra de Teatro que se efectúa en esa ciudad que cuenta con varios grupos teatrales, otras muchas actuaciones musicales de aficionados y profesionales, varios conciertos de las agrupaciones corales que también abundan en Guardamar…, todo ello en un escenario de respeto a la cultura, a los creadores y artistas, no solo por parte de los habitantes, sino incluso (y esto es cada vez más raro en esa España que vive asolada por la crisis y el desgobierno) por parte de las autoridades políticas, en este caso la Consejal de Cultura Pilar Gay y el Alcalde de Guardamar, José Luis Sáez.
¿Cómo no sentirse bien en un lugar donde, aunque ellos digan que falta mucho por hacer, parece que han encontrado la fórmula adecuada para que turismo, cultura y tolerancia social convivan en un espacio que favorezca a todos, turistas o residentes, enriqueciéndolos humanamente? ¿Cómo no sentirse agradecido, y dispuesto a repetir la experiencia, si Guardamar es uno de esos pocos sitios de España y de Europa en los cuales, además de disfrutar de la jovialidad y la cálida acogida de sus habitantes, puedes darte un exquisito baño de mar y, luego, elegir entre muchas ofertas dónde quieres darte otro baño de exquisita cultura?
Feliz de que se hayan encontrado Amir Valle y Antonio Alvarez Gil en Guardamar. Saludos.
Que bien se siente una cuando se lee, estos articulos. sabiendome participe de estos momentos que relatas.
Esperemos que llegue pronto Agosto, para poder repetir
Un abrazo
Yo, cubana, amo a Guardamar del Segura tanto, como al pedacito de tierra en cuyo sitio abrí los ojos asimilando mi entorno; me refiero a Chapelín, en Varadero.
Las personas muy mayores oriundas de Guardamar, identifican a los que no nacieron en este pueblo como “forasteros”: nunca me he sentido forastera en este sitio, sino que identificada plenamente con él entorno, con su población, sus actividades; por ello, me llenan de un sentimiento cálido, las palabras de mi amigo coterráneo Amir Valle.
Gracias por tan hermosa descripción del pueblo en el que viviré hasta el final de mis días.
Helena Vilarelle
Hola queridos Amir y Berta, gracias por este recuerdo amigos.
Sois un lujo de personas, y siento no haber podido compartir más tiempo con vosotros este verano. Guardamar es un pequeño paraíso que no deja a nadie indiferente y forma parte de todo el lo conoce. Desde la distancia mas corta que es la del corazón, un fuerte abrazo y hasta pronto.
Yo tambien llegué desde «afuera» y de un lugar no muy lejano ( Orihuela ) y puedo decir que tuve mucha pero que mucha suerte al quedarme en este pedacito de Oasis Mediterraneo.
Ten por seguro recordado amigo, Amir, que si alguien que no conoce nuestro pueblo , Guardamar lee tu precioso artículo; sus próximas vacaciones serán aquí. Lo has escrito con tanto cariño y tan detalladamente sus actividades y lugares que dan deseos de conocerlo. Gracias, soy Argentina enamorada del lugar y quiero a su gente me siento como en mi hogar. Abrazos para ti y tu familia.
¡Siempre los esperamos!