Así no, colegas… ó la desvergüenza

Publicado por Amir Valle | Publicado en De Literatura | Publicado el 06-05-2018

Escritores cubanos: Ángel Santiesteban - Ileana Álvarez - Lía Villares - Francis Sánchez.

Escritores cubanos: Ángel Santiesteban – Ileana Álvarez – Lía Villares – Francis Sánchez.

 

Había jurado no volver a escribir sobre la desvergüenza intelectual de mis colegas escritores en la isla (y en el exilio). Y lo había jurado porque, mientras vivía en Cuba, supe lo que es el miedo al represor, me tuve que imponer a ese miedo y, como dijo recientemente el escritor Ángel Santiesteban en una entrevista, eso me condenó a vivir en un ostracismo que afectó mi salud, mi vida familiar, las relaciones con mis amigos (que cada vez fueron menos), pero curiosamente hizo crecer mi respeto por la coherencia y la libertad personal.

¿Quién eres, Amir Valle, para cuestionar que otros no puedan todavía zafarse de las cadenas del miedo con que los atenazan en Cuba?, me he repetido constantemente todos estos años de destierro forzado. ¿Quién soy yo para exigir a un colega en la isla que suelte la careta de la doble moral, si hacerlo podría costarle el alimento a su familia?

Eso me contuvo. Pero hay desvergüenzas que le hacen a uno romper hasta los más empecinados juramentos.

Ahora mismo, en Cuba, mis colegas Ileana Álvarez y Francis Sánchez son reprimidos en su derecho a viajar fuera de la isla y sus proyectos culturales son atacados por la cultura oficial. ¿Cuántos de esos colegas que se dicen sus amigos, sus «hermanos» han protestado contra ese atropello? Ahora mismo, a la joven escritora y activista Lía Villares se la reprime y se le impide viajar. ¿Cuántos de sus colegas de la llamada «Generación Cero», que han recibido en los últimos años una enorme publicidad internacional como «contestatarios», han levantado la voz contra esa violación? Hace apenas unos días, el escritor Ángel Santiesteban casi no pudo asistir al Festival Vista que organizó NeoClub Press en Bogotá, porque estaba «regulado», que es la palabrita que han utilizado para quitarle a Ileana, a Lía, a Francis, su derecho a salir y entrar del país. En la isla tampoco nadie levantó la voz contra esa represalia y fue la impresionante condena internacional que se hizo en las redes sociales lo que empujó a la dictadura a «reflexionar» y dejar salir a Ángel. Y que conste, menciono sólo autores que son muy conocidos en la isla; colegas a los que nadie puede decir «no lo conozco, ¿cómo podría apoyarlo si es un desconocido?».

¿Hasta cuándo, queridos colegas escritores de la isla, van a seguir callando antes estos atropellos a escritores que ustedes bien conocen por la calidad de su obra? ¿Hasta cuándo eludirán su responsabilidad ética los jefes de esas instituciones oficiales -que curiosamente en las redes sociales dicen ser amigos de estos escritores represaliados? ¿Hasta cuándo estos colegas tendrán que soportar los mensajitos enviados en secretos de «estamos contigo, pero sabes que no puedo hacer nada», que le envían esos mismos desvergonzados que son incapaces de unirse por una vez para defenderse unos a otros de tanta coacción, que existe porque los represores saben que están muertos de miedo?

Así no, colegas… la desvergüenza, aunque algunos lo nieguen, es al final también parte de esa obra literaria que pretenden ustedes legar a la Cultura Cubana.

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