Escritor

«Ahora llueve y ellas danzan en el jardín. Desnudas. La luz que sale de la casa hace brillar las gotas gruesas del aguacero como diminutas piedras preciosas entre las sombras de la noche».

Muchacha azul bajo la lluvia

Sus padres, Manuel y Marta, maestros «de los que ya no existen, de aquellos que eran Enciclopedias humanas, pues hoy en Cuba cualquier burro es llamado profesor», le enseñaron a leer a los 3 años. Aprendió a escribir a los cuatro. Su primer escrito data de los 6 años: «diez páginas en una letra enorme y deforme que para mí era una novela en aquel tiempo».

Ellos pusieron en sus manos el Tesoro de la Juventud, los libros de Salgari, Verne, Dumas y otros autores. «Pero el libro que me encendió el deseo de escribir, mi preferido, fue Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain.

Cuenta su madre que a los cinco años lo encontró tirado en el piso junto al librero, con El Capital entre sus piernas, leyendo. «Era un reflejo de mi interés por la lectura, pues todavía hoy no entiendo un carajo de El Capital«.

Amir Valle y Seis del Ochenta

Santiago de Cuba, 1987. Tiempos de gloria de Seis del Ochenta. De izq. a derecha: Eduardo Heras León, maestro literario del grupo, José Mariano Torralbas, Guillermo Vidal, Alberto Garrido, Marcos González Madlum y Amir Valle

Ya a los doce años ingresó en los talleres literarios, una institución en la cual se forjaron los más reconocidos escritores del país. Allí conoció a quienes se convirtieron luego en sus amigos «y hoy todavía lo son: Aida Bahr, Maritza Ramírez, José Soler Puig (EPD), Eduardo Heras León, Salvador Redonet (EPD), José Mariano Torralbas, Alberto Garrido, Marcos González, Guillermo Vidal (EPD), Jesús David Curbelo, Ángel Santiesteban, Lorenzo Lunar, Rebeca Murga y Omar Perdomo (EPD) (que en vida decía ser mi biógrafo)».

En 1984, en Santiago de Cuba, junto a los escritores José Mariano Torralbas, Alberto Garrido, Marcos González, José Manuel Poveda y Radhis Curí, creó el grupo literario SEIS DEL OCHENTA, que se desintegra definitivamente a fines del 90.

Amir Valle despedida de Seis del Ochenta

Despedida de Seis del Ochenta: Amir, Torralbas, Garrido y Marcos, en la casa de Amir en La Habana, 1999

Trabajó en el Instituto Cubano del Libro varios años, «hasta que descubrí que debía dedicarme a escribir, bien lejos de todas esas capillas literarias, de todos esos chismes entre escritores, de toda esa farándula que me hacía perder tiempo».

Desde entonces escribe, sólo escribe. No sabe ni quiere hacer otra cosa. Puede hacerlo por su esposa Berta y sus hijos José Antonio y Lior, «que traen a mi vida una paz casi divina». Y da gracias a Cristo, «mi más hermoso descubrimiento», porque le permita escribir del modo en que escribe, «mediocre o genialmente, según quien lo mire, pero con mis verdades y mis sueños».