«La realidad es esta: yo, traidor, volví y disfruto lo que tú, soldado ideológico, filosófico y fanático de la patria, no tienes ni tendrás en muchos años. Soy un traidor con suerte, ¿no te parece?»
Manuscritos del muerto
Cienfuegos es una ciudad hermosa que jamás olvida. En plena euforia de las obras de choque en el país (1989), fue designado como periodista para atender dos de los objetivos principales de la nación: la construcción de la Central Electronuclear de Juraguá y la Refinería de Petróleo. Su gran choque se produjo al descubrir periodísticamente (y exponer las pruebas de modo ingenuo) que ninguno de los dos objetivos echaría a andar con la prontitud triunfalista que anunciaba el gobierno. La Central Electronuclear es hoy un esqueleto muerto, torturado por el mar, allá, al sur de la isla. La Refinería tuvo mejor suerte: recuperó la vida, a duras penas, en enero de 2008 gracias al petróleo que manda Venezuela.
Tres años de servicio social cumplió en la llamada Perla del Sur. La radio fue su medio de expresión. Aprendió el periodismo, como se dice en Cuba, «pasando trabajo para trabajar». Supo de muy cerca las rígidas normativas del reporterismo cubano. Pero todavía agradece esos años en el medio radial: «Hoy le debo la costumbre de sentarme a escribir todos los días».
A pesar de todo, obtuvo el Premio Nacional de la Radio Cubana 1991 en Reportaje Histórico No Dramatizado sobre el conflicto israelo-palestino.
Tras su destierro en 2006, ha colaborado como columnista en revistas y periódicos latinoamericanos y trabajado como periodista en importantes medios de prensa internacionales en Estados Unidos, México, España y Alemania. Desde 2010 trabaja como analista político, locutor y panelista en los servicios informativos de televisión para América Latina en la agencia de prensa Deutsche Welle en Berlín.