AOL Latino, 5 de octubre de 2006
La Redacción
Fráncfurt (Alemania), 5 oct (EFE).- El escritor cubano Amir Valle, autor del libro «Jineteras» sobre la prostitución en Cuba, expresó hoy, en la Feria del Libro de Fráncfort, su temor a que la persecución a los escritores en su país vuelva a alcanzar los niveles de la que él llamó la «década negra» de los años setenta.
«Según todo lo que se cuenta dentro y fuera de la isla en los ambientes intelectuales, todo apunta a un regreso a la década negra de los años setenta», dijo Valle, en un acto organizado por el PEN-Club en el que se hizo un balance sobre la persecución de escritores en el mundo, con énfasis en Cuba y Zimbawe.
Valle considera que todos los atentados que se cometen contra la libertad de expresión e información en Cuba no son accidentes, sino producto del mismo sistema.
«Todos las violaciones que se cometen en la isla están amparadas en un sistema y una constitución», dijo Valle en la Feria.
«Voy a poner un solo ejemplo, hay un acápite (párrafo aparte) de la Constitución que dice que se respetará la libertad de expresión pero sólo cuando ésta no vaya contra los principios de la sociedad socialista», agregó Valle.
Esta situación crea dificultades que, en el caso de la literatura, son más difíciles de superar «en un país en el que el Estado convirtió el arte y la cultura en un arma política».
Los resultados, según el escritor, ha sido una politización total de la cultura en la que sólo se admite una creación dócil que le hace el juego a las políticas del Estado y una violación permanente de los derechos de información con la prohibición del internet y el impedimento del acceso a los libros por parte de la población.
En Cuba, según explicó Valle, es posible intercambiar correos electrónicos pero no es posible navegar por la red y los libros que llegan a las bibliotecas centrales son seleccionados por la Biblioteca Nacional José Martí.
«Eso garantiza que a ninguna biblioteca pública llegue un libro considerado inconveniente», explicó Valle.
Contra esa situación surgió un movimiento que, según Valle, es una de las ideas más hermosas de los últimos años en que personas han corrido el riesgo de entrar libros a la isla, fotocopiarlos y ponerlos a disposición de la gente en bibliotecas independientes, que muchas veces están en sus propias casas.
«En Cuba ya dije que da vergüenza que a esas personas se les tilde de testaferros, gusanos o gente que le hace el juego al enemigo», dijo Valle.
Junto a esas acusaciones, agregó Valle, ha habido encarcelamientos, destierros forzados y presión sobre las familias de los bibliotecarios independientes, pese a lo cual el movimiento sigue creciendo.
El propio Valle, nacido en Guantánamo en 1967, se ha visto afectado por las medidas represivas de la política cultural cubana y su revista «Letras en Cuba» cayó en la mira de los órganos de censura.
También su último libro «Jineteras» -publicado en España por Planeta- fue prohibido en Cuba después de un episodio algo rocambolesco.
«Presenté el libro al Premio Casa de las Américas y gané pero luego me lo quitaron y el libro fue prohibido directamente por el Consejo de Estado», contó Valle.
«Pero la represión lo que ha hecho es que mis libros estén ahora entre los más buscados y leídos en Cuba», agregó.
Valle ha venido a Alemania en el marco del programa de PEN «Writers in Exil» y asegura que ahora no podrá volver a la isla.
«Me dejaron salir pero no me dejarán volver», dijo. EFE.