Cocktail caribeño

A Quemarropa, Gijón, España, 10 de julio de 2002

Por P.G

Ayer, en la Carpa de Encuentros, Lorenzo Lunar, Amir Valle, Antonio Alvarez Gil, y el moderador Justo E. Vasco, celebraron la mesa redonda titulada Noticias del Caribe. Los escritores Amir Valle y Lorenzo Lunar pertenecen a la última generación de escritores de la novela negra cubana. Para Justo E. Vasco los nuevos creadores cubanos «llevan a cabo una novela muy realista que atrae al lector por la cercanía de los personajes.» Amir Valle es el creador de Alain Bec, un policía rico y de un extremo talante xenófobo. Un racista recalcitrante que llega a sorprenderse de su carácter.

Amir Valle comentó que el cambio producido en la literatura cubana en los últimos veinte años se debe gracias «a la generación surgida a finales de la década de los 80, momento en el que Cuba estaba pasando por un periodo especial, en el que la literatura no tenia ningún respaldo editorial. En aquella época sólo veían la luz pequeñas publicaciones de 3 o 4 páginas a lo sumo; pequeños cuentos, ensayos… Pero los escritores siguieron produciendo.» Es entonces cuando a partir de 1985 un pequeño grupo de muchachos jóvenes comenzó a escribir de manera muy distinta a la de las generaciones que le habían precedido.

Es a partir de entonces cuando la marginalidad en los autores de novela negra cubanos se convierte en algo cotidiano. Marginalidad que para Valle se puede vivir en cualquier lugar en el que te encuentres «aunque sea en la mejor suite del hotel Habana Libre. Y ahí está su gran logro; el conseguir escribir desde la marginalidad. Todavía hoy lo hacemos.» Y para este escritor cubano de 35 años «es lo que tratamos reflejar dentro de la novela negra en una sociedad cambiante día a día.»

Lorenzo Lunar Cardedo es uno de los integrantes de esta generación de escritores cubanos, que afirma que «la literatura es una mentira que ha de conseguir parecerse a la realidad con el objetivo de convertirse en otra realidad. Antes que novela negra comencé a escribir cuentos. Analizándolos me di cuenta de que escribía historias marginales desde la propia marginalidad. Entonces pensé que si cogía a los personajes de los cuentos y los llevaba años atrás el resultado podía ser algo muy diferente. Pero, claro está, con una dimensión negra creando una dimensión más densa, más dura. Lo que fue un experimento muy personal.» Lunar Cardedo piensa que la generación de escritores a la que los críticos han adscrito «escribe en respuesta para demostrar que en Cuba puede escribirse un tipo de novela negra que se parezca a la realidad que estamos viviendo, muy por encima de los discursos que recibimos. Además, escribir es una forma de salvar mi honor individual. Sin duda este es uno de los senderos que está siguiendo la novela negra que se hace en la isla.»

Antonio Alvarez Gil, también cubano, vive desde hace ocho años en Suecia «adonde me llevo la nostalgia de otros.» Su última obra. Naufragios, mezcla varios géneros. «Se me ocurrió al conocer un suceso acaecido en un pequeño pueblo costero cubano en el que dos policías iniciaron un tiroteo disputándose el amor de una mujer. Los vecinos pensaron que se trataba de una invasión, e incluso por algunos tejados se oyó el grito de ¡Cuba libre!», explicaba Antonio Alvarez Gil. -«Esta fiesta trágica era sobre la que quería escribir, pero la historia fue creciendo, convirtiéndose en un fresco de la sociedad cubana actual», continuó. Toni Alvarez aseguró que aunque el crimen está presente en la sociedad cubana «tampoco somos un pueblo de marginales. Lo único que intenta la gente es sobrevivir. El delito se ha revalorizado. Como hay un único dueño, y es rico, la gente se considera que tiene derecho para robar por que el propietario tiene bastante.» En uno de sus últimos viajes a su tierra natal Toni Alvarez comprobó que «la sociedad había bajado bastante el listón en lo que considera lo que es delito y lo que no lo es.» Conflicto que en su novela, premio Badajoz 2001 de narrativa, «incluyo además de los conflictos humanos que pueden producirse en cualquier sociedad del planeta. La verdad es que, al contrario de otros compañeros, sufrí mucho escribiéndola», descubrió el narrador cubano. Aunque Amir Valle no se mostró muy de acuerdo con algunas de las aseveraciones de Toni Alvarez. «Hoy día Cuba es un país marginal, pero al mismo tiempo increíblemente culto. Allá siempre sabes que vas a tener algunos lectores. El problema es que la marginalidad existente en la sociedad cubana nos se puede demostrar ya que los crímenes no se publican. Hay marihuana, crack, coca, LSD… igual que en otros países. Pero a pesar de todo, estoy orgulloso de ser un escritor cubano por que se que me van a leer, que van a recibir mi critica, mis escritos.» La respuesta de Antonio Alvarez Gil al discurso su compatriota Amir Valle fue clara. «Puede que el pueblo cubano sea un pueblo marginal, que vive al margen de la ley. Pero este no es el verdadero problema. Los más preocupante es que sus gentes se están acostumbrando a vivir dentro de la marginalidad, lo que puede desembocar en que las nuevas generaciones de cubanos conviertan el en una forma su forma de vida habitual.»

Amir Valle definió la novela negra como «el género costumbrista por excelencia que con el tiempo irá ganando fuerza. Cuando decidí comenzar a escribir este tipo de género lo hice con la idea de mejorar algo. Hoy Cuba esta mal, pero hay que recordar que hace unos años estaba bien. La pregunta es: ¿por qué el sueño se ha echado a perder? La novela negra te permite testimoniar y buscar preguntas y respuestas. Y obtienes respuestas por que hay un público que nos va a leer.»