De una literatura fantástica que le hizo destacar como una «rara avis» del cuento cubano a inicios de los años 80, la cuentística de Amir Valle transitó hacia un realismo descarnado, duro, críticamente certero y estilísticamente maduro que lo convierte en un autor de referencia obligada para su generación y para el cuento cubano de los últimos 20 años».
Guillermo Vidal Ortiz, escritor cubano
Presentación de La danza alucinada del suicida, Las Tunas, 1999.
Refiriéndose a Tiempo en cueros.
… descubrir las posibilidades narrativas de este jovencísimo escritor es otra de las cosas que agradezco al haber sido jurado de este Premio 13 de marzo, de la Universidad de La Habana. (…) Valle es un escritor de raza. Eso puede olerse en esa ingenuidad, en esa fuerza, en esa vitalidad que encontrará el lector en todos estos cuentos escritos desde la inocencia de los 17 años de este autor.
Presentación del libro, Ciudad de la Habana, 1988.
Bernardo Callejas, escritor y periodista cubano
Creo en ese libro, Amir, sobre todo porque detrás de la imperfección de su hechura (específicamente visibles en los mas cortos, cuasi viñetas), hay un aliento de fuerza vital; porque detrás de esos personajes tan reales (y que los hay muy buenos como el Nono Cardenal o el Serpa), está la mano de alguien que sabe armarlos; y detrás de esas historias (adelantadas en mucho a lo que hoy se escribe en este país) se escapa una mirada crítica consciente que sabe adónde mira (…).
En: «Palabras por alguien que no es nada malo», Santa Clara, 1989.
Salvador Redonet, crítico y profesor universitario cubano