EFE, 26 de noviembre de 2013
Por Fabio Agrana
La figura del médico guerrillero panameño Hugo Spadafora, cuyo asesinato y decapitación en 1985 aceleró la caída del dictador Manuel Antonio Noriega, es abordada en su dimensión humana, compleja y anecdótica en una biografía novelada del escritor cubano Amir Valle.
«Hugo Spadafora, bajo la piel del hombre» es el título de esta obra del también ensayista y critico literario, que aporta nuevos datos sobre este político y galeno rebelde, asesinado cuando tenía 45 años y volvía a su país tras participar en las luchas revolucionarias de la época en Centroamérica.
El libro, de 683 páginas y publicado por Aguilar, fue presentado esta semana en Panamá en un acto que se convirtió en un homenaje a la memoria de Spadafora, de origen italiano y que se graduó como médico en la Universidad de Bolonia (Italia).
Valle dijo en una entrevista con Efe que el libro le tomó más de dos años y medio de investigaciones y contiene más de un 90 % de detalles que la gente no conocía sobre Spadafora, cuyo cadáver decapitado fue encontrado en Costa Rica el 13 de septiembre de 1985.
La obra mezcla testimonio y ficción, y narra datos de Spadafora cuando luchó como médico y guerrillero junto a Amilcar Cabral en Guinea Bissau.
También sus fracasados intentos por obtener recursos de las agencias estadounidenses antidroga DEA y de inteligencia CIA para apoyar la lucha de los indios Misquitos en Nicaragua, y el nivel de pobreza en que vivió en Costa Rica, detalló Valle.
«Fue ilusión y pasión que sentí por hacer el libro, porque era un personaje que no se le podía inventar nada y parecía salido de una novela», afirmó.
El escritor y periodista cubano reconoció que la «complejidad del personaje» fue su mayor reto, y «el gancho» para aceptar la propuesta que le hizo la familia de Hugo Spadadora de escribir el libro, pero que también le motivó querer demostrar que Noriega «lo mandó a matar».
Valle indicó que Hugo Spadadora no era un «personaje de mármol», sino un hombre con problemas y con versiones encontradas sobre su personalidad, idealista e incómodo por sus posiciones humanistas para gente como Noriega, a quien se le atribuye supuestamente haber ordenado su muerte y decapitación.
De acuerdo con el autor, Spadafora fue «incómodo para todo el mundo» pues estaba en contra de que La Habana, Washington y la CIA financiasen a la guerrilla y la contraguerrilla en Centroamérica con dinero proveniente de la droga, escenario en medio del cual estaba Noriega, apuntó.
Por eso, agregó, «Hugo era un peligro para Noriega que estaba en los dos juegos, tanto en las conexiones de La Habana y de Washington en cuanto al tráfico de drogas y el mercado de armas para América Latina (…). Él (Noriega) era el centro».
«Ese fue mi mayor reto y mi mayor motor porque yo quería demostrar que Noriega sí lo mató, lo mandó a matar, y eso queda claro en el libro», resaltó Valle, quien dijo que la cantidad de testimonios de las 222 personas que entrevistó y que se recogen en la obra lo demuestran.
Destacó que una parte de su trabajo fue desmontar versiones urdidas por Noriega para desligarse, aunque admitió que nunca le interesó y no fue objetivo del libro entrevistar al exdictador para conocer su verdad y preguntarle dónde está la cabeza de Spadafora.
«Una persona que no ha sabido pedir perdón, no por la muerte de Hugo, sino por otras muertes que le han comprobado, no merece ni siquiera el hecho de que le preguntes por algo que te va a mentir», expresó Valle.
Aclaró que la idea de su libro «es que haya una memoria histórica que rescatar, y que hay personajes como Hugo Spadafora que merecen ser revisitados por los panameños porque se está olvidando de su memoria».
Spadafora (1940-1985) combatió al régimen de Anastasio Somoza en Nicaragua, donde organizó la Brigada Victoriano Lorenzo y la Brigada Internacional Bolivariana para apoyar a los sandinistas.
No obstante, en 1984, Spadafora, que siempre fue crítico del exgeneral Manuel Antonio Noriega, luchó junto al comandante nicaragüense Edén Pastora en la zona fronteriza de Nicaragua y Costa Rica contra el Gobierno sandinista de Nicaragua.
Noriega fue condenado en 1993, en ausencia, a 20 años de cárcel por un tribunal panameño por la muerte de Spadafora, quien fue viceministro de Salud en los años 1970 durante el régimen militar panameño (1968-1989) encabezado entonces por el general Omar Torrijos, fallecido en 1981.
Manuel Antonio Noriega cumplirá dos años preso en Panamá tras ser extraditado desde Francia el 11 de diciembre de 2011, cuando Valle, según recuerda, iniciaba su investigación para el libro en la capital panameña.