El Diario Vasco. San Sebastián, España, 17 de Julio de 2007
Por Ricardo Aldarondo
SAN SEBASTIÁN. DV. Acaba de llegar de la Semana Negra de Gijón, donde ha recibido el premio Rodolfo Walsh por su libro Jineteras, una obra que «tiene ya una larga vida de diez años, aunque primero de forma clandestina, y después ya publicada por Planeta», explica Amir Valle. Pero sigue siendo acallada en Cuba, donde nunca ha sido publicada. Me hace mucha ilusión este premio, más que por la propia obra, porque es uno de los dos premios que otorga la Semana de Gijón desde hace 20 años».
Amir Valle (Guantánamo, 1967) vive forzosamente en Alemania. Salió de su Cuba natal hace más de un año, pero no pudo regresar: las autoridades le niegan el papel que le permite volver a su país, sin darle más explicaciones. «Llevaba cinco años siendo crítico con algunos aspectos de Cuba, pero siempre desde una independencia intelectual. Yo hacía mi crítica desde mi labor como escritor. Empezaron a producirse una saga de represiones silenciosas: libros que no se publicaban, mi nombre que desaparecía de las listas oficiales de escritores cubanos… pero no esperaba que ocurriera esto. A pesar de una denuncia internacional de escritores, siguen sin darme una respuesta». Amir Valle se acogió a una beca por tres años del Pen Club, «me acogieron como un rey en Alemania», pero como es lógico sigue soñando con volver a su país.
Todo esto no ha afectado a su producción literaria, que sigue siendo, para empezar, tan prolífica como siempre. Y tan diversa: novela como Santuario de sombras, que denuncia el tráfico de personas entre Cuba y Miami, o Las palabras y los muertos, que obtuvo el premio Mario Vargas Llosa 2006; cuentos como los recopilados en los volúmenes Manuscrito del muerto y Un ruinoso Café en el París de entonces; ensayos sobre la realidad literaria cubana y libros testimonio como el premiado Jineteras, forman parte de su producción.
«Escribí Jineteras simplemente como un ciudadano comprometido, quienes han tratado de silenciarlo son los que lo han convertido en un librodenuncia. Y lo han convertido en el mayor bestseller clandestino en 30 años», comenta Amir Valle, que no culpa sólo al gobierno de la situación de las prostitutas en Cuba, «es un fenómeno muy amplio, en el que interviene también la presión internacional, la entrada de turismo y la marca de Cuba como destino de turismo sexual».
Considera que la novela negra «es la novela costumbrista del siglo XXI» y prepara dos nuevos libros, sobre la intolerancia religiosa y la corrupción policial en Cuba.