2022, periodismo, activismo y literatura

Aparte de su actividad como editor en Ilíada Ediciones, en la cual estuvo muy cerca de la literatura escrita en Cuba, España y Latinoamérica, 2022 significó para Amir Valle mucho más activismo periodístico y social. La mayoría de los eventos y actividades en los que participó tuvieron que ver con el ejercicio del periodismo y los retos de esa profesión en el mundo actual. Aún así, también publicó una nueva novela negra, en lo que representa su regreso al género por el cual adquirió resonancia internacional.


En Colombia – Diálogos sobre periodismo y libertad

En Barranquilla, conversando con estudiantes de la Sergo Arboleya sobre la realidad cubana.

En Barranquilla, conversando con estudiantes de la Sergo Arboleya sobre la realidad cubana.

 

En Santa Marta, junto a sus colegas, el periodista norteamericano Ted A. Henken, y los venezolanos Magdalena López y Rafael Uzcátegui.

En Santa Marta, junto a sus colegas, el periodista norteamericano Ted A. Henken, y los venezolanos Magdalena López y Rafael Uzcátegui.

Invitado al evento «Diálogos sobre Cuba. En defensa de la democracia en América Latina: intelectuales y proyectos autoritarios», convocado por la Universidad Sergio Arboleda, de Colombia, Amir Valle viajó a ese país para participar en actividades en las ciudades de Bogotá, Barranquilla y Santa Marta.

Sus conversatorios giraron en torno a su labor como periodista en situaciones tan distintas como la de Cuba y Alemania, sobre la libertad de prensa en la isla y los retos el periodismo bajo una dictadura. 

Su tesis partía de una afirmación con la que comenzó una de sus charlas: «En Berlín, en una conversación con el más conocido de los periodistas cubanos, el también escritor Carlos Alberto Montaner, mientras intercambiábamos criterios sobre las posibilidades actuales de un mayor alcance de la labor movilizadora de la oposición dentro de la isla, noté que ambos hacíamos referencia a un mismo asunto, vital para el desarrollo de una sociedad: el acceso libre a la información. Y coincidimos en que, desde que descubrió que no había funcionado su estrategia de imponerse en el mundo de la política cubana mediante su asociación con organizaciones gangsteriles y a través de un comportamiento abiertamente mafioso y matón, Fidel Castro abogó por una labor de proselitismo que, aprovechándose de sus dotes como orador y de su cultura, adquirió un fuerte matiz intelectual. Justamente ese conocimiento del poder de la palabra para movilizar conciencias, y la experiencia histórica de todo el daño que hizo a Batista la existencia de una prensa libre (recuerden que el propio Fidel escribiría contra la dictadura utilizando algunos periódicos de la época), unido a su incapacidad innata de diálogo que le impulsaba a querer ser la única voz a considerar en cualquier tema importante para el país, le permitieron saber que no podría concentrar todo el poder si permitía la libertad de prensa. Para sus propósitos, a Fidel Castro no le era útil el periodismo, sabía perfectamente que cuando los medios de prensa están en manos de un sólo poder, termina el periodismo y empieza la propaganda: justamente lo que él necesitaba».

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Activismo por los derechos humanos en Cuba desde Alemania.

Palabras de Amir Valle ante la manifestación de cubanos libres que se manifestaron ante el parlamento alemán, el 11 de julio de 2022:

«Lo primero que debo decir es que, como intelectual cubano, es un privilegio estar junto a ustedes aquí, acompañando desde tierras de libertad a nuestros hermanos cubanos en la isla. Y digo que es un privilegio porque ahora mismo, a través de un grupo de marionetas intelectuales, la dictadura intenta mantener en la cabeza de nuestro pueblo esa inmensa mentira que es la Revolución Cubana. Como todos sabemos, otros cientos de intelectuales y artistas dignos levantan sus voces contra la represión desatada por los gendarmes de Díaz Canel y sus amos.

«La buena noticia es que ya esas mentiras no engañan al mundo: por primera vez en décadas, el PEN Club Internacional (que es la asociación internacional más importantes de escritores y periodistas) ha hecho una declaración de condena a la dictadura. Y es una declaración que ha sido firmada incluso por las asociaciones nacionales de países que tradicionalmente defendían esa mentira llamada “Revolución Cubana”. Es un hecho histórico sin precedentes.

«Escuchen ahora esta palabra: MENTIRA. En nuestras dos grandes raíces: el cristianismo y las religiones que heredamos de África, la mentira es considerada uno de los más abominables defectos humanos.

«La dictadura nos dominó durante seis décadas mediante la combinación del miedo y la mentira. Tuvimos al más peligroso de los maestros de la mentira: Fidel Castro. Porque sí, y hoy lo decimos alto y claro: Fidel Castro fue el Sumo Sacerdote de la Mentira. Le mintió al mundo haciéndose pasar por humanista, solidario, líder humilde de los pobres, cuando los hechos muestran que fue un dictador ególatra, inhumano y vivió como un emperador junto a su familia mientras nos pedía sacrificios. Le mintió al pueblo desde aquellos primeros años diciendo que no era comunista, mientras en la sombra iba entregando el país al imperio ruso. Mintió con promesas de las que hoy nos burlamos: convertir a Cuba en el mayor exportador de leche, carne y queso del mundo. Y pasó más de cuarenta años mintiéndonos con una invasión yanqui que sólo existía en sus delirios. También nos mintió prometiendo ese futuro luminoso y próspero que nosotros, el pueblo simple, seguimos esperando.

«Lo más triste es que aprendimos a mentir. Aprendimos a decirles a nuestros hijos: no digas la verdad, la verdad es peligrosa. Aprendimos a fingir. Muchos hoy, que viven en este país, no están aquí RECLAMANDO SUS DERECHOS porque prefieren seguir fingiendo para que la dictadura les permita entrar a NUESTRA PROPIA PATRIA.

«Nos enseñaron a repetir al mundo esa mentira de Cuba como potencia médica mundial, mientras veíamos que los hospitales se caían a pedazos, que las medicinas no aparecían ni en los centros espirituales, que resurgían como epidemias enfermedades de los tiempos de la esclavitud.

«Nos enseñaron a repetir al mundo esa mentira de la potencia mundial en educación, mientras aceptábamos que nuestros hijos crecieran adoctrinados en una única ideología, mientras muchos de nosotros crecimos en ese sistema de explotación del trabajo infantil que son las Escuelas en el campo; y mientras las aulas se caían a pedazos, los maestros (salvo excepciones) ni siquiera sabían hablar y escribir, abundaban los fraudes impulsados por los propios educadores y el contenido de las materias era cada vez más superficial. Quien no lo crea, que se de un paseo por los chats cubanos en internet para que vea cuán buena es algo tan elemental como la ortografía de los cubanos.

Junto a la activista cubana y, en ese entonces, solicitante de asilo en Alemania: Daniela Rojo.

Junto a la activista cubana y, en ese entonces, solicitante de asilo en Alemania: Daniela Rojo.

«Nos enseñaron a creer en esa mentira del bloqueo norteamericano, la causa de todos nuestros males. Y aunque las evidencias demostraban que el bloqueo era un simple pretexto para esconder la torpeza administrativa de nuestros gobernantes, muchos cubanos descubrieron la verdad cuando Obama flexibilizó las sanciones, permitió el turismo, amplió las remesas, permitió a los bancos norteamericanos negociar con la dictadura… Raúl Castro, lo sabemos, no hizo nada, salvo permitir pequeños negocios aplastados por altos impuestos… Ahí, en ese momento, los cubanos descubrieron la verdadera causa de nuestros problemas: el bloqueo interno de la dictadura a la iniciativa y el talento históricamente demostrado de nuestro pueblo.

«Nos enseñaron a repetir la mentira de la igualdad social, mientras los hijos de la élite estudiaban en universidades de todo el mundo, vacacionaban como príncipes fuera de la isla, eran atendidos en hospitales con los últimos adelantos de la ciencia médica y vivían en mansiones arrebatadas a esos mismos “capitalistas desalmados” que los ideólogos de la Revolución tanto critican.

«Nos hicieron repetir esa mentira de  que éramos dueños del país, de sus riquezas, de su economía, mientras una élite militar se iba tragando poco a poco todo el entramado turístico, comercial, económico y financiero del país. Si alguien lo duda, que le pregunte a Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, exyerno de Raúl Castro y actualmente uno de los 14 hombres fuertes de la política cubana en el Buró Político, que preside el conocido monopolio militar GAESA, grupo que controla más del 70% de toda la economía, cerca del 90% del turismo y rige las finanzas internacionales  del país.

«Como ven, hemos vivido en una gran mentira. Y aunque nos duela reconocerlo, por nuestro silencio en todos estos años tenemos responsabilidad en que el mundo se haya creído esa mentira, que ahora mismo, después de las manifestaciones del 11 de julio ha sido echada por tierra POR NUESTRO PROPIO PUEBLO.

«Por estos días han surgido otros SUMOS SACERDOTES DE LA MENTIRA.

«Manuel Marrero, nuestro flamante Primer Ministro, pretende hacernos creer que con las migajas de sus medidas la crisis en Cuba va a resolverse. Manuel Marrero es un mentiroso.

«Bruno Rodríguez Parrilla, nuestro flamante Canciller, dice que en Cuba no hay hambre, dice que no hubo manifestaciones. Más claro, señores, ni el agua: Bruno Rodríguez Parrilla es un mentiroso.

«Díaz Canel, alias Puesto a Dedo, dice que la CIA pagó a esos miles de cubanos que se manifestaron, que son mercenarios, que no hubo violencia, mientras cerca de 400 personas eran golpeadas, humilladas y hacinadas en las cárceles cubanas.… Y ES TAN IDIOTA Y TORPE que luego de dar la orden de guerra de cubanos revolucionarios contra los manifestantes se aparece con un falso discurso conciliador, pidiendo consenso. Su más reciente mentira ha quedado en evidencia: prometió garantías judiciales a los manifestantes que fueron apresados y ya hemos visto juicios sin garantías y condenas de hasta tres años para algunos, e incluso a otros se les pide hasta 15 años de cárcel por salir en defensa de mujeres y ancianos que estaban siendo apaleados por las turbas y la policía. Díaz Canel, además de una marioneta, es el más grande de los mentirosos.

«Queridos hermanos. Hay que derribar DE UNA VEZ el muro de la mentira en el que hemos vivido. Sin odios. Sin sangre. Sin espíritu de revancha, pues alguna vez la justicia condenará a quienes han cometido delitos y crímenes contra su pueblo. Eso que algunos insisten en llamar “Revolución Cubana” se convirtió en el más grande imperio de mentiras en la historia de América Latina y del Tercer Mundo. Tenemos que combatir SUS MENTIRAS  con NUESTRAS VERDADES. Y cada uno de nosotros tiene en sus manos esa poderosa arma que es internet. Es hora de reconstruir la historia de nuestra patria, sí, pero con la verdad en la mano. Esa es hoy nuestra responsabilidad».


Regreso al mundo de la novela negra

En la primera década de este siglo XXI, Amir Valle se colocó como una de las voces innovadores y cabeceras de la novela negra cubana, junto a los escritores Leonardo Padura y Lorenzo Lunar Cardedo. Sin embargo, con el objetivo de que no lo encasillaran como un autor del género, en 2008 publicó la última novela de su serie negra «El descenso a los infiernos», que hasta ese momento quedó integrada por seis novelas. Aún así, aunque no publicando, siguió escribiendo otras obras de esa saga novelada y en 2022, ante la insistencia de su colega y amigo, el escritor argentino/español Carlos Salem, decide regresar al género con la publicación en Real Noir Ediciones (dirigida por el propio Carlos Salem) de la séptima novela: Los nudos invisibles.