Fue este 2009 un año turbulento en lo emocional y tranquilo en lo intenectual por una sencilla pero poderosa razón: terminaban los tres años de la beca «Writers in Exile», del PEN Club Alemán, y ante la imposibilidad de regresar a Cuba, Amir Valle se vio forzado a pedir asilo político para él y su familia, lo cual le impidió asistir a varios eventos internacionales a los que había sido invitado. Pudo participar apenas en una lectura en Berlín y en el Festival Internacional de Cine Cubano, de Münich.