Las esquinas del papel

Publicado por tonimedina | Publicado en Publicados anteriormente en amirvalle.com | Publicado el 12-06-2010

 

Heinrich Böll apareció a eso de las siete. Nevaba sobre Langenbroich. Una nieve fina, regada sobre las casas y los árboles y los cercados por las rachas de viento helado. Extrañamente no hacía frío. O al menos no ese frío que alguien como yo, recién llegado del cálido Caribe, pensé encontrar en un sitio donde el blanco de la nieve lo cubría todo. Y quizás por la luminosidad de tanta blancura, o por la luz de las bombillas exteriores de la baranda de la casa, o porque mis ojos ya se habían acostumbrado a buscar cada noche en la semioscuridad el breve camino que me llevaba desde mi flat a la baranda, pude ver al hombre acercarse, subir los tres escalones de viejas tablas y abrir la puerta de madera y cristal.

Traía un libro en la mano y vino a sentarse en una de las sillas de mimbre, frente a mí.

― Este ha sido un invierno raro ―dijo, y se puso a hojear el libro, imbuido en la contemplación de sus páginas, con ese placer que un escritor siente ante cada nueva obra publicada.

Pude observar, sin apuro, cada detalle de su testa: el pelo ya gris, escaso, abundante a los lados de la cabeza y sobre sus grandes orejas, escaso en el medio del cráneo y con un mechón también gris justo en el centro, que se peinaba, graciosamente, hacia un lado; sus cejas tupidas, revueltas; las profundas arrugas de la frente… tal como lo reflejaban esas fotos que colgaban en algunas partes de aquella casa, o que había podido ver en los libros y la Internet.

― Es un gran libro éste ―dijo, levantando la cabeza para mirarme―. ¿Lo han publicado en Cuba? Leer el resto de esta entrada »

La polvorienta y orgullosa cara de América

Publicado por tonimedina | Publicado en Publicados anteriormente en amirvalle.com | Publicado el 12-06-2010

Siempre que converso con un emigrante latinoamericano sobre eso que José Martí llamó “nuestras tierras de América”, tengo la sensación de estar hablando de un rarísimo animal milenario, marcado por las heridas profundas de las guerras que ha sostenido durante siglos, siempre receloso, triste, y cubierto por esa pátina gris que sólo deja el polvo viejo.  Pero no hay nada que haga pensar en la muerte del animal, que conste, pues siento como si allá, agazapado en ese sitio de nuestra geografía mental de donde lo rescatamos cuando hace falta, estuviera respirando con aquella misma tranquilidad con la que respiran, en América Latina, esos indios ancianos, ya ciegos, que portan en su memoria la mítica historia de nuestros orígenes.

Un continente de migraciones. Un continente paria. Una zona de nuestro Planeta donde el nomadismo y el espíritu gregario parece ser la marca más precisa de nuestra idiosincrasia. Una América que se pobló de migraciones llegadas de algún sitio que todavía se discute; una América adonde llegaron emigrantes protegidos por la cruz y la espada (y otros que, simplemente, siguieron tras ellos) cuando el Viejo Mundo se les hizo, además de viejo, aburrido y peligrosamente pobre (hoy, perdida la memoria, muchos quieren olvidar a esos cientos de millones de europeos que, siglos tras siglos, después del mal llamado “descubrimiento” se vinieron a esta parte del mundo buscando el aire y el alimento que la depauperada y desigual Europa no podía ofrecerles); una América empobrecida, saqueada, política y económicamente estafada por miles de desgobiernos a lo largo de su historia, de la que hoy huyen millones de descendientes de aquellos nativos, de aquellos negros africanos que fueron llevados a trabajar a nuestras tierras,  y de aquellos emigrantes europeos, árabes y asiáticos, mezclados todos hoy en eso indefinible que llaman “latinos” y a quienes, con más frecuencia de lo que la justicia histórica debe permitir, se margina por su deseo de ir a buscar a otras latitudes el aire y el alimento que la polvorienta América no puede ofrecerles. Leer el resto de esta entrada »

¿Y qué pasa con la Cultura?

Publicado por tonimedina | Publicado en Publicados anteriormente en amirvalle.com | Publicado el 12-06-2010

Del estallido de la Guerrita de los emails a la domesticación intelectual.

Varios amigos intelectuales cubanos que han estado de visita en Europa o que residen por acá en eso que se llama “exilio blando”,  me han traído las únicas dos noticias que consideran importantes en el escenario cultural de la isla: “no pasa nada”, coincidieron todos, refiriéndose a la esperanza de cambios que se suscitó a inicios de 1997 cuando la aparición en la televisión de dos antiguos represores culturales dio paso a la Guerrita de los emails, y “todos se van, o se quieren ir”, volvieron a coincidir, convencidos de que ese deseo de éxodo que hoy marca a una inmensa parte de la población cubana también ha “enfermado de traición” a los intelectuales.

Debo aclarar que de estos amigos tres son altos funcionarios del Ministerio de Cultura y el resto estuvo en distintas responsabilidades dentro del poder cultural, lo cual les permite viajar mucho fuera de la isla (a los que siguen dentro) y estar en sus posiciones actuales (a quienes ya hace un par de años “dieron el salto”). Es decir, sus opiniones, más que chismes ligeros, se basan en el acceso que todavía tienen a importantes fuentes de información de la Cultura en la isla y a su contacto permanente con otros amigos, colegas y familiares que siguen trabajando en instituciones u oficinas del Ministerio de Cultura, la UNEAC, la UPEC, el ICAIC y el ICRT, entre otras. Leer el resto de esta entrada »

Mis sueños para una Cuba nueva

Publicado por tonimedina | Publicado en Publicados anteriormente en amirvalle.com | Publicado el 12-06-2010

Raúl Castro es el nuevo Presidente de los cubanos. Ayer lo escuché en su primer discurso como Máximo Líder, gracias a esos pocos fragmentos que la CNN y otras cadenas noticiosas regaron por el mundo, y tuve una dolorosa sensación: que Raúl Castro sabía que alguna vez esto iba a pasar, como si todo estuviera ya planificado desde aquel día de julio en que Fidel Castro cedió su poder omnipotente al que hasta ese día había sido el segundo a bordo. Tuve la dolorosa sensación, además, de que en Cuba nada cambiaría.

Y no hablo de convertir a Cuba en un estercolero capitalista, como han dicho hasta hoy nuestros dirigentes; no hablo de regresar a ser una colonia yanqui, perdiendo nuestra independencia; no hablo de echar por tierra aquellos logros de la Revolución, algunos de los cuales hoy se van haciendo cada vez más invisibles, en tanto otros han desaparecido. Escuchar en boca del nuevo Presidente las mismas frases tantas veces dichas por el hermano, en el mismo tono  retador que impone el sacrificio en aras de un futuro y atizando (otra vez) el peligro de la guerra que supuestamente se cierne sobre el pueblo cubano, me recordó algo que escuché a un viejo comunista alemán de la RDA, que sigue creyendo que el socialismo es el mejor de los sistemas: “los comunistas, cuando llegamos a viejos, como cualquier otra persona, nos aferramos a nuestros criterios, y ya la historia nos demostró que eran criterios que habíamos entendido mal y aplicado peor. Es una experiencia que otros deberían aprovechar. Si se siguen cometiendo los mismos errores que cometieron los rusos, si se siguen dando los mismos resbalones que dimos los alemanes, si siguen intentando construir el futuro con métodos totalitarios como lo hizo todo el mundo socialista hasta su caída a fines de la década del 80, del socialismo no quedará ni el recuerdo”. Leer el resto de esta entrada »

Cuba: un breve repaso crítico a sus cincuenta años

Publicado por tonimedina | Publicado en Publicados anteriormente en amirvalle.com | Publicado el 12-06-2010

Este artículo, con una mayor extensión, fue publicado por el diario colombiano El Espectador, en dos ediciones sucesivas, los días 24 y 25 de enero de 2009.

 

En octubre de 1987, cuando ya en el antiguo campo socialista se anunciaban los aires de la agonía de un sistema que sucumbía bajo la prepotencia, el pensamiento totalitario (en algunos casos fascista), la corrupción, la politización extrema de la sociedad y la incapacidad de sus dirigentes políticos, un grupo de estudiantes de periodismo decidimos cuestionar con nuestras preocupaciones sobre la ya en decadencia sociedad cubana a quien creíamos tenía todas las respuestas: Fidel Castro Ruz.

Ese encuentro, que se prolongó desde la tarde hasta horas de la madrugada, ha quedado en la historia política de la isla como uno de los escasos momentos (quizás el único) en que los periodistas cubanos se enfrentaban, inconformes, a una realidad que ya mostraba la decadencia social, económica, política y moral que hoy vive mi país.

Cuando leo las decenas de escritos de intelectuales y periodistas que, pretendiendo salvar lo salvable, se hunden en un mar de consignas engañosas, de frases calcadas del discurso político cubano, y (lamentablemente) de mentiras fácilmente comprobables con un simple husmeo a las estadísticas oficiales de la isla y a las estadísticas de organismos e instituciones internacionales en materia de desarrollo humano, la memoria me regresa a aquellos días en que el joven que yo era, hijo de una familia en la cual hay mártires de esa Revolución, y todavía (por esos días) enamorado de ese proyecto que debía ser un ejemplo para el resto mundo, tuvo que abrir los ojos ante las consecuencias de aquella “osadía juvenil”: cientos de periodistas descubrimos que era cierto algo que los enemigos de la Revolución decían, “contradecir a Fidel Castro es el suicidio”. Y a quienes quieran saber a qué me refiero, pueden averiguar qué ha sido de la vida de todos aquellos estudiantes de periodismo que, ingenuamente, creímos que podíamos dialogar y dar nuestras preocupaciones sobre asuntos que como parte del pueblo cubano vivíamos en esos tiempos, todavía de cierta bonanza económica: sólo aquellos dos o tres que manifestaron luego públicamente su arrepentimiento están hoy entre esos periodistas que desde la isla defienden hasta lo indefendible. Leer el resto de esta entrada »